Las plantas culpables: botánica “camuflada”
Pasear por parques y plazas tiene un encanto especial. Sin embargo, a veces ese ambiente se ve interrumpido por un aroma inconfundible que nos hace fruncir el ceño: el olor a cannabis. Pero, ¿y si te dijera que, en muchos casos, lo que percibes no proviene de un fumador, sino de plantas que imitan ese olor?
El fenómeno en acción: lugares “sospechosos” en España
Algunas zonas en España se han convertido en epicentros de confusión debido a este fenómeno olfativo. Aquí te mostramos tres lugares donde el aroma a cannabis ha desconcertado a más de un paseante.
Parque de la Alameda, Santiago de Compostela
Este parque es famoso por su belleza, pero también por el peculiar olor que flota en el aire, especialmente al final del verano. La responsable es la Tulbaghia violacea, conocida como “ajo social”. Su aroma, similar al de la marihuana, ha llevado a muchos a investigar su origen, revelando un malentendido botánico.
Plaza Pescadería, Castellón
En Castellón, los visitantes podrían pensar que están en la capital del “verde”. Sin embargo, el aroma que perciben proviene de la misma planta. La tulbahia ha creado una atmósfera de confusión, donde los viandantes se preguntan si hay fumadores cerca.
Zona ajardinada de Manuel Murguía, A Coruña
Este jardín, ubicado entre la rotonda del Pavo Real y el estadio de Riazor, es otro lugar donde el aroma a cannabis se hace presente. Los vecinos han aprendido a reírse del tema, sabiendo que la culpable es la tulbahia, que sigue sorprendiendo a todos con su peculiar fragancia.
¿Un accidente natural o un plan maestro?
Es fascinante pensar que estas plantas, a pesar de no tener relación con el cannabis, han logrado confundir a tantas personas. La Tulbaghia violacea es originaria de Sudáfrica y se cultiva por su resistencia y aroma inusual, que ha causado múltiples malentendidos en espacios públicos.
La próxima vez, culpa al arbusto
Así que, la próxima vez que sientas ese olor a marihuana en un parque, recuerda que podría ser una planta inocente y no un fumador. Comparte este dato con quienes te rodean; podrías sacarle una sonrisa a alguien. Después de todo, un paseo por el parque siempre puede beneficiarse de un toque de humor.