Todo sobre su origen, cultivo y ventajas para el autocultivo
¿De dónde vienen las semillas automáticas?
Las semillas de cannabis autoflorecientes se originan del cruce entre variedades índicas o sativas y la subespecie Cannabis ruderalis, una planta silvestre que crece en regiones frías como Siberia o el norte de Europa. Esta genética, a diferencia de otras, no depende del cambio de luz para comenzar la floración. En cambio, florece de manera automática después de unas semanas de crecimiento.
Este rasgo particular proviene de una adaptación evolutiva a climas extremos. A lo largo del tiempo, los bancos de semillas mejoraron estas genéticas cruzándolas con cepas más potentes y aromáticas. Así nacieron variedades como Lowryder, Speed Devil o White Dwarf. Hoy, las autos modernas ofrecen cosechas abundantes, altos niveles de THC y perfiles aromáticos complejos.
Características del cannabis autofloreciente
Una de las principales ventajas de estas variedades es su ciclo de vida corto. Desde la germinación hasta la cosecha, solo tardan entre 60 y 90 días. Por esta razón, permiten hacer varias cosechas al año, incluso en climas con veranos breves.
Además, no dependen del ciclo de luz para florecer. En otras palabras, no importa si los días son largos o cortos, ya que comenzarán a florecer de forma automática. Esto es ideal para quienes cultivan en balcones urbanos o en zonas con mucha contaminación lumínica.
Otro rasgo importante es su tamaño compacto. Generalmente, miden entre 50 y 100 cm, aunque algunas versiones “Auto XXL” superan los 120 cm. Este tamaño reducido facilita el cultivo en espacios pequeños y lo hace más discreto.
Gracias a su herencia ruderalis, son más resistentes a cambios climáticos, plagas y enfermedades. Por lo tanto, se consideran una excelente opción para cultivadores novatos.
También se destaca su flexibilidad lumínica. Aunque se desarrollan mejor con 18 a 20 horas de luz diaria, también pueden adaptarse a ciclos más cortos, lo que ayuda a reducir el consumo energético.
Cultivo de cannabis autofloreciente
Para aprovechar al máximo estas plantas, es importante seguir ciertas recomendaciones.
Luz adecuada: En interior, lo ideal es mantenerlas con 18 o 20 horas de luz por día. En exterior, conviene ubicarlas en lugares muy soleados. A mayor luz, mayor crecimiento y producción.
Maceta definitiva desde el inicio: Es clave evitar trasplantes. Las autos tienen un ciclo limitado y cualquier estrés puede afectar su rendimiento. Por eso, es mejor sembrar directamente en la maceta final. En interior, se recomiendan contenedores de 11 a 15 litros; en exterior, entre 30 y 40 litros o directamente en tierra.
Riego moderado: No hay que excederse con el agua. Estas plantas prefieren suelos con buen drenaje y aireación. Un sustrato esponjoso facilita el desarrollo de raíces sanas.
Fertilizantes en el momento justo: En la etapa de crecimiento, usan nutrientes ricos en nitrógeno. Cuando aparecen los primeros pistilos, se cambia a fertilizantes con más fósforo y potasio. Usar productos con microorganismos beneficiosos también mejora la absorción de nutrientes.
Control del pH: El pH ideal del agua y del sustrato está entre 6.0 y 6.5. Así se asegura una buena absorción de nutrientes esenciales.
Genética apropiada: Las autos con dominancia índica suelen ser más compactas y relajantes, aunque menos productivas. Las sativas, en cambio, crecen más y rinden mejor. Las Auto XXL combinan lo mejor de ambos mundos.
¿Cuándo germinar las semillas de cannabis autofloreciente?
En cultivo interior, podés germinar en cualquier momento del año, ya que las condiciones están controladas. Sin embargo, en exterior, el momento ideal es al inicio del verano. En el hemisferio sur, eso significa germinar entre septiembre y octubre.
Si el clima lo permite, es posible hacer dos o incluso tres ciclos de cultivo al año. Por ejemplo, uno en primavera, otro en verano y un tercero en otoño si hay temperaturas suaves.
Variedades como Gorilla Auto, Blueberry Auto o Critical Auto XXL ofrecen excelentes resultados. Cada una tiene características únicas, pero todas comparten la rapidez, resistencia y simplicidad que definen al cannabis autofloreciente moderno.
