Espacios secretos para cultivadores discretos
Los armarios de cultivo se han convertido en el aliado ideal de quienes buscan discreción, eficiencia y control total en sus cultivos de cannabis. En departamentos urbanos, casas pequeñas o cualquier lugar donde el cultivo exterior no es posible, estas “cajas mágicas” permiten recrear un ambiente óptimo para que tus plantas florezcan como si estuvieran al sol.
Además de reducir olores y ruidos, los armarios permiten manejar variables como la temperatura, la humedad, la ventilación y la luz, lo que se traduce en cogollos más potentes y una cosecha más predecible. Ya no hace falta un jardín, sólo un rincón bien armado.
Tamaños y formatos: desde 60×60 hasta monstruos de 240×120
Elegir el tamaño adecuado depende del espacio disponible y la cantidad de plantas que se desea cultivar. Para autocultivadores con poco espacio, los modelos de 60x60x140 cm son perfectos para 1 o 2 plantas. Los de 80×80 o 100×100 permiten una mayor producción sin perder discreción.
Quienes buscan rendimientos más altos pueden optar por armarios grandes de 120x120x200 o incluso dobles como los de 240×120, ideales para cultivos escalonados o para dividir entre vegetativo y floración. Lo fundamental es que el armario tenga una estructura resistente, cremalleras selladas, entradas para cableado y buena capacidad de reflexión de la luz interior.
Iluminación: el sol dentro del armario
El corazón de un armario de cultivo es su sistema de iluminación. Las opciones más populares hoy son los LED full spectrum, que consumen menos energía, generan menos calor y ofrecen espectros adaptados para cada fase del cultivo.
Sin embargo, también existen cultivadores que prefieren las lámparas HPS (sodio) por su alta penetración y eficacia en floración. Lo importante es adaptar la potencia al tamaño del armario: un LED de 200W puede cubrir perfectamente un espacio de 80×80, mientras que uno de 600W es ideal para 120×120.
La distancia entre la luz y las plantas, así como el fotoperiodo, deben controlarse cuidadosamente para evitar quemaduras o estrés lumínico.
Ventilación: el aire fresco que hace la diferencia
Un sistema de ventilación eficiente es indispensable para mantener el clima controlado y evitar problemas como el moho, los hongos o el estrés térmico. Se recomienda instalar un extractor de aire en la parte superior del armario, junto con un intractor pasivo o activo en la parte inferior.
A esto se suma la instalación de uno o dos ventiladores oscilantes que mantengan el aire en movimiento constante. Un filtro de carbón activado también es esencial para neutralizar el olor que se escapa, especialmente en la fase de floración.
La temperatura ideal ronda entre los 22 y 28 °C, mientras que la humedad relativa debe ajustarse entre 60-70% en crecimiento y 40-50% en floración.
Macetas, sustrato y organización interior
Dentro del armario, cada centímetro cuenta. Por eso, es fundamental elegir bien las macetas (las geotextiles son ideales), el sustrato (ligero, aireado y rico en nutrientes) y la forma de organizarlas. Algunas personas optan por una planta grande en Scrog, mientras otras prefieren varias pequeñas en SOG.
También conviene instalar una bandeja recolectora en el fondo para evitar derrames y facilitar el riego. Tener a mano un termohigrómetro, temporizadores y controladores de PH/EC hará que tu cultivo pase al siguiente nivel.
Control de olores: discreción garantizada
Uno de los mayores miedos de los cultivadores urbanos es el olor. Por suerte, los armarios modernos permiten controlar este factor con eficacia. Los filtros de carbón activado, conectados al extractor, eliminan más del 90% de los terpenos volátiles antes de que salgan al exterior.
También es útil revisar periódicamente las conexiones del ducto de ventilación, sellar bien las cremalleras y asegurarse de que el extractor esté en funcionamiento constante durante la floración. Si todo está bien montado, ni tus vecinos sabrán que tenés un jardín tropical en el armario.
Accesorios imprescindibles para tu indoor
Además de lo básico, existen accesorios que pueden transformar tu experiencia de cultivo. Algunos recomendados son:
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Humidificadores o deshumidificadores portátiles.
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Controladores de temperatura inteligentes.
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Redes Scrog para entrenamiento de ramas.
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Reflectores y poleas para regular la altura de la luz.
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Cámaras WiFi para vigilar tus plantas desde el celular.
En Tricoma Grow Shop podés encontrar kits completos que ya vienen con todo lo necesario para comenzar, lo que facilita el arranque para cultivadores novatos o para quienes desean optimizar su inversión.