Métodos, consejos y errores comunes que afectan su frescura y potencia
¿Por qué es importante conservar bien el cannabis?
Una buena cosecha puede perderse si no se almacena correctamente. La marihuana, como cualquier otro producto natural, está sujeta a la degradación con el tiempo. Factores como la luz, el oxígeno, la humedad y la temperatura influyen directamente en la calidad de los cogollos. Con el paso de los días, los cannabinoides y terpenos se oxidan o evaporan, lo que afecta no solo su potencia, sino también su aroma y sabor.
Conservar adecuadamente tu marihuana te permite mantener intactos sus efectos, evitar mohos y prolongar su vida útil durante meses e incluso años. No se trata solo de guardar en un frasco cualquiera: requiere técnica, atención y algunos trucos que marcan la diferencia.
Principales enemigos de la marihuana curada
Existen cuatro factores principales que pueden dañar la marihuana después del secado y curado:
-
Oxígeno: acelera la degradación del THC a CBN, disminuyendo los efectos psicoactivos.
-
Luz: especialmente la luz UV, destruye los cannabinoides y terpenos.
-
Temperatura: temperaturas altas promueven la evaporación de terpenos y el crecimiento de mohos.
-
Humedad: niveles demasiado altos pueden generar hongos; muy bajos, resecan la flor.
Por eso, mantener un equilibrio adecuado entre estos elementos es la clave para conservar tus cogollos en óptimas condiciones.
Los mejores recipientes para almacenar marihuana
El recipiente ideal debe ser hermético, opaco y estar hecho de un material que no interactúe con los componentes del cannabis. Aquí te dejamos los más recomendados:
-
Frascos de vidrio con tapa a rosca: son los más utilizados. No alteran el sabor y permiten controlar la humedad con facilidad.
-
Envases de acero inoxidable: ofrecen protección total contra la luz y el oxígeno.
-
Bolsas mylar con cierre zip: ideales para transporte o almacenamiento a corto plazo. Existen versiones opacas que conservan bien el contenido.
-
Contenedores con control de humedad: vienen con pequeños packs que mantienen el nivel ideal de humedad relativa, entre 58% y 62%.
Evitá los recipientes de plástico común, ya que pueden generar electricidad estática, absorber terpenos y deteriorar la resina de los cogollos.
Control de humedad y temperatura
Mantener un nivel de humedad relativa entre 58% y 62% evita tanto la resequedad como el moho. Para eso, se utilizan sobres reguladores de humedad (como los de Boveda o Integra Boost) que estabilizan el ambiente dentro del frasco.
En cuanto a la temperatura, lo ideal es conservar la marihuana entre 15ºC y 21ºC. A mayor temperatura, más rápida será la degradación de los compuestos activos. Además, el calor estimula la aparición de bacterias y hongos si la humedad no está bien controlada.
Una buena práctica es almacenar los frascos en un lugar fresco, seco y oscuro, como un armario cerrado, una caja opaca o una cava de conservación.
¿Se puede congelar la marihuana?
Congelar los cogollos no es recomendable para el consumo habitual, ya que las temperaturas extremadamente bajas hacen que los tricomas se vuelvan frágiles y se desprendan fácilmente. Sin embargo, si pensás usarla para extracción de resina, como en el caso del ice-o-lator o rosin, puede ser útil congelarla inmediatamente después del secado.
Eso sí, si vas a congelar, usá bolsas de vacío o contenedores herméticos y asegurate de descongelarla lentamente para evitar condensación.
¿Cuánto tiempo puede conservarse bien?
Cuando se almacenan correctamente, los cogollos pueden conservarse entre 6 meses y 1 año sin pérdida significativa de calidad. Algunas variedades incluso se estabilizan y maduran mejor con el tiempo, siempre que se mantengan en las condiciones adecuadas.
Pasado ese tiempo, la marihuana no “se pudre”, pero empieza a perder potencia y sabor. El THC se convierte en CBN, que tiene un efecto más sedante. Por eso, si planeás guardar marihuana por períodos largos, lo ideal es usar packs de humedad, control de temperatura y recipientes de alta calidad.
Errores comunes al almacenar marihuana
Evitá estos errores que arruinan rápidamente tu cosecha:
-
Abrir el frasco con frecuencia: cada vez que abrís, entra oxígeno. Limitá la manipulación.
-
Exceso de humedad: favorece la aparición de moho y bacterias.
-
Exposición a la luz: incluso en frascos de vidrio, si no están en un lugar oscuro.
-
Plásticos baratos: alteran el sabor y pueden liberar compuestos nocivos.
-
Guardar cogollos húmedos: si no están bien secos antes de guardar, el riesgo de moho aumenta exponencialmente.
Un pequeño higrómetro dentro del frasco puede ayudarte a monitorear los niveles de humedad en tiempo real.
Bonus: conservar extractos, hachís y comestibles
Los extractos y concentrados también necesitan conservación adecuada. Los rosin o BHO deben mantenerse refrigerados en frascos de vidrio opaco. El hachís, por su parte, se conserva mejor en papel pergamino dentro de un recipiente hermético, en un lugar seco y fresco.
Los comestibles, al contener otros ingredientes, deben seguir las mismas normas de conservación que cualquier alimento casero: refrigeración, envases limpios y consumirse en un plazo corto.